Desde el área de música estamos enormemente orgullosos de
haber podido colaborar al desarrollo integral de vuestros hijos. Hemos tratado
de aportar nuestro granito de arena a través de ese lenguaje tan especial que
es la música, en su doble vertiente de interpretación (para aprender a
reconocer las diferentes posibilidades sonoras de nuestro cuerpo) y audición
musical. En este último apartado hemos tratado de acercar la denominada “música
clásica” (y no tan clásica) a los niños y niñas, aprovechando que a estas
edades no tienen aún las “reticencias” que muchas veces se nos plantean a los
adultos a la hora de abordar la audición de un fragmento musical.
¿Qué podemos hacer durante el verano para desarrollar esa
semilla que estamos tratando de sembrar en vuestros hijos? Cantar y escuchar: canta
con tu hijo, no como un fin en sí mismo, sino como un medio; canta para ir a la
cama, para ir a comer, para salir al parque… y escucha, escucha cada rincón de
tu casa, cada calle de tu barrio, explorad con ellos los sonidos de cada
mueble…
Y si quieres escuchar también un poco de música, aquí os
dejamos algunas de las audiciones que hemos trabajado este año:
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W.A. Mozart, Eine kleine nachtmusik (Pequeña
Serenata nocturna), KV 525, (especialmente el 2º movimiento)